El congelador es un salvavidas de la cocina, excepto cuando “mata” algunos comestibles… Aquí enumeramos alimentos que es mejor mantenerlos lejos del freezer.
Si bien el freezer o congelador en muchos sentidos nos facilita la vida y nos hace ganar tiempo en la cocina. Existe un grupo de alimentos que se vuelven extraños cuando se congelan y descongelan. Aquí, 11 de ellos:
1. Queso
Los quesos blandos tales como ricotta, cabra, o queso crema tienden a separarse cuando se congelan y descongelan, lo que conduce a cambios extraños en su textura y sabor. Los quesos duros como el parmesano y el cheddar suelen ser una apuesta segura -conservan bien los que tienen al menos, un 40% de grasa-.
Sigue siendo mejor comprar sólo lo que se necesita y almacenar bien en la heladera.
2. Lácteos en general
Crema, manteca, yogur, crema agria y crema pastelera no funcionan en el congelador. Se vuelven acuosos o pierden textura.
Existen trucos: la crema puede freezarse solo si es de alto tenor graso, a punto Chantilly y con una pizca de azúcar. La leche también puede guardarse, pero solo en su envase original.
3. Huevos enteros
Al congelarlo, la cáscara se romperá con facilidad y la yema se expandirá. Si no sucede, al romperlo vera que ha perdido consistencia y se ha puesto gomoso.
Los huevos cocidos y las salsas a base de huevo como holandesa, mayonesa y merengue son también pobres candidatos para el congelador.
Si aún así desea congelar huevos, deben separarse las claras de las yemas o batirse juntas y guardarse en un recipiente hermético.
4. Café
Está bien congelar bolsas sin abrir, recién tostado, hasta por un mes. Pero una vez que abra la bolsa para empezar a tomarlo ya no se aconseja congelar, el café se arruina.
5. Alimentos fritos
Lo crujiente, que es lo más glorioso de los alimentos fritos, se pierde al congelarse y descongelarse.
Si quiere intentarlo igual, puede introducir estos alimentos fritos congelados en un horno bien caliente y recuperar así parte de la textura original, pero el mejor consejo es que los disfrutes apenas los preparas.
6. Vegetales con mucha agua
Alimentos como el pepino, la sandía, la lechuga, el apio entre otros disponen alto contenido de agua, que al congelarse y descongelarse pierden firmeza y sabor.
7. Hierbas frescas
Si trata de descongelar un manojo de hierbas frescas congeladas, se encontrará después con un desastre marrón! En cambio, las hierbas en manteca, o preparaciones como pesto se congelan de forma impecable.
8. Pastas, guisos y arroz cocidos
Los alimentos con contenidos altos en grasa (nata, salsas o almidón) no se recomiendan freezar.
En el caso de la pasta cocida, el frío de la congelación también «cocina” la pasta por lo que quedará al descongelarse en una masa pastosa incomible.
Si va a congelar, por ejemplo, unos espaguetis que indican en su envase una cocción de 10 minutos, se deben sacar a los 8 minutos para luego congelar.
9. Salsas con harina o almidón de maíz
Salsas espesadas como salsa bechamel o salsa blanca. No se aconsejan congelar.
10. Aguacate o palta
La textura de aguacates cambia cuando se congela, por eso no queda bien congelarlos enteros o cortados.
La única forma en que pueden funcionar es en puré con un poco de limón para usar en dips de guacamole, aderezos y untables en sándwiches. Pero es importante tener en cuenta que al ser un alimento con una gran proporción de grasa es conveniente que no pase más de 6 meses en el congelador.
11. Papas o patatas crudas
Debido a que las papas tienen un alto contenido de agua, cuando se congelan forman cristales de hielo. Al descongelarse la patata se ablanda, se pone oscura y pierde sabor.
Si a pesar de esto desea congelarlas, para lograr mejores resultados, hervirlas en agua durante 3 a 5 minutos. Escurrir y dejar enfriar antes de ponerlas en bolsas en el congelador. Sí puede guardarlas fritas, en puré o en tortilla durante 4 a 6 meses.
Consejo general: No importa lo que congeles, asegúrate de consumirlo antes de aproximadamente 9 meses (sí, eso significa que debe vaciar y limpiar el congelador).
La mayoría de los alimentos requieren un tiempo para su descongelación; un deshielo lento da normalmente mejores resultados. Otro aspecto importante es asegurarte de que la comida se ha enfriado bien antes de meterla en el congelador. El uso de recipientes aptos para el congelador también es recomendable.
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