Dejar de hacer gimnasia, dormir más horas, comer el doble, trabajar hasta tarde… son círculos viciosos relacionados con el cansancio. Puedes romper con esto no sólo descansando lo suficiente, sino también adaptando hábitos alimentarios que ayuden al cuerpo a reponer energía.
En primer lugar, hay que saber que hay determinados alimentos que pueden ayudar a desprenderse de esa agotadora sensación de agotamiento.
La respuesta al cansancio físico y mental se relaciona con la dieta diaria; tener hábitos alimentarios desordenados, saltearse las comidas o comer a cualquier hora, picotear algo cada 5 minutos, recurrir a comida chatarra. El cuerpo necesita energía que obtiene de los alimentos, y la dieta desordenada puede estar causando grandes problemas.
¿Qué es la fatiga?
La fatiga se define como un conjunto de cambios que experimenta nuestro organismo cuando se encuentra sometido a condiciones extremas de sobre-entrenamiento; o bien cuando no estamos habituados a un trabajo de una intensidad concreta e intentamos superar nuestro propio límite de esfuerzo. Ello nos llevaría a tener posteriormente una menor capacidad de respuesta ante el entrenamiento siguiente. Cuando aparece el cansancio o la fatiga, se manifiestan síntomas físicos, psicológicos, o ambos a la vez.
Diferenciamos dos tipos o clases de fatiga:
1) Fatiga aguda o fisiológica: aparece en un momento puntual, y afecta principalmente nuestro rendimiento físico, con una disminución de respuesta ante distintos tipos de estímulos. Se produce generalmente debido a sobre entrenamiento o como reacción ante una situación desfavorable. La recuperación suele realizarse mediante reposo deportivo.
2) Fatiga crónica o general: en este estado aparecen combinadas afectaciones físicas (agotamiento extremo) y psicológicas. Además de encontrarnos mal físicamente, en este estado disminuye también la atención, la percepción, la sensibilidad, la emotividad y la capacidad de razonar ágilmente (problemas de concentración y memoria). Es un cansancio muy intenso que incapacita y no mejora con el descanso o dormir, se reduce la capacidad de actuar y la resiste.
¿Que causas nos generan fatiga?
- No dejar recuperar al organismo convenientemente después de un trabajo intenso y prolongado (sobre entrenamiento)
- Trastornos del sistema endocrino o nervioso
- Descenso del metabolismo de los hidratos de carbono y las proteínas, no existiendo una asimilación adecuada de los mismos
- Descenso en la proporción de iones (sodio, potasio, …) y agua en el organismo
- Descenso del nivel de oxígeno celular.
- Hipoglucemia (bajo nivel de glucosa en sangre), que favorece más la aparición de fatiga psíquica
- Esfuerzos realizados en altitud (cuando aún no se ha habituado el organismo)
- Alimentación deficiente (escasa en hidratos de carbono o proteínas)
- No reponer las sales minerales perdidas por el ejercicio físico
- Consumo de tabaco y alcohol – Vida desordenada
Síntomas:
Cansancio que va influyendo progresivamente en una proporción mayor de musculatura afectada.
- Agujetas, calambres, rigidez muscular y articular
- Astenia (pérdida de fuerza y disminución del tono muscular)
- Sensación de vagancia
- Disminuye la coordinación y precisión en los movimientos
- Aumenta la respiración
- Sube la presión arterial y el pulso basal
- Disminuyen los niveles de hemoglobina, hematíes, potasio
- Aumenta el nivel de urea
- Disminuye el apetito y se producen alteraciones del sueño
- Disminuye la atención, concentración, percepción (más en las fatiga crónica)
- Descender el ritmo e intensidad de nuestros días, durante al menos 6 u 8 días
Recomendaciones generales:
- Tomar un complejo vitamínico natural compensatorio
- Alimentación rica en proteínas e hidratos de carbono
- Reponer sales minerales
- Sueño suficientemente reparador de 8 a 10 horas diarias
- Masaje recuperador para ayudar a eliminar del cuerpo el exceso de toxinas
- Técnicas de relajación y musicoterapia
- Abandonar el consumo de tabaco y alcohol
- Realizarse pruebas analíticas de sangre y orina, por si es necesario tomar medidas en función de los resultados obtenidos
- Asistencia psicológica en caso de aparición de síntomas depresivos o de no superación de conflictos personales
Recuperación: 3 nutrientes que aportan energía
Hay tres nutrientes que pueden garantizarte la energía que necesitas para estar en plena forma todo el día: la vitamina C, el calcio y el hierro.
1) Vitamina C: necesitas un mínimo diario de 80 mg. Alcanzarás esta dosis tomando sistemáticamente al levantarte, un jugo de naranja y, a otras horas del día algunas de estas frutas: naranja, mandarina, pomelo, kiwi o papaya.
Además de ayudar al organismo a luchar contra las infecciones, la vitamina C es un buen remedio contra el cansancio y la fatiga crónica y es la vitamina del tono y la vitalidad por excelencia.
2) Calcio: 900 mg diarios. El 60% de esta cantidad debe proceder de los productos lácteos ya que su calcio es mejor asimilado por el organismo. Una falta de calcio, además de los conocidos riesgos de osteoporosis, provoca a menudo un estado de fatiga y de excitabilidad.
3) Hierro: 10 mg al día. Las mujeres en edad pre-menopáusica necesitan unos 18 mg de hierro al día. Para garantizar el aporte de este mineral que tanto influye en nuestro estado de ánimo, y por supuesto en nuestra energía, hay que tomar.
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