Alimentación y dieta para ayudar a controlar los niveles de ácido úrico

Alimentación y dieta para ayudar a controlar los niveles de ácido úrico

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El ataque de gota puede ser provocado por una comida muy copiosa o, paradójicamente, por una cura de ayuno.
Foto: Hey Paul Studios

La hiperuricemia es una concentración de ácido úrico en sangre por encima de 7 miligramos por decilitro. No necesariamente se acompaña de gota o de litiasis renal, en cuyo caso se denomina hiperuricemia asintomática. Sin embargo a mayores niveles de ácido úrico, las posibilidades de sufrir gota aumentan significativamente.

Alimentación sugerida para la hiperuricemia

Actualmente la dieta no tiene el papel fundamental que ha tenido en épocas anteriores en el tratamiento de la hiperuricemia, ya que los agentes farmacológicos son muy eficaces y, además, es necesario seguir una dieta muy pobre en purinas para conseguir descensos moderados de los niveles de ácido úrico. Una dieta con restricción estricta en purinas puede descender el nivel de ácido úrico entre 0,6 y 1,8 miligramos por decilitro de sangre.

Sin embargo, el consejo dietético sigue siendo importante para el control completo del paciente. Adecuar la ingesta calórica para conseguir el normopeso de forma progresiva y no brusca -el ataque de gota puede ser provocado por una comida muy copiosa o, paradójicamente, por una cura de ayuno.

Algunas de las recomendaciones generales para quienes padecen de hiperuricemia son:

  • Se debe disminuir el consumo de alimentos ricos en purinas (vísceras, carnes, pescados azules, marisco…). Las legumbres tienen un contenido moderado en purinas (consumir tan sólo una vez por semana).
  • Reducir o suprimir las bebidas alcohólicas ya que pueden dar lugar a una crisis aguda de gota (incrementa la producción de ácido úrico)
  • No excederse en el consumo de grasas, ya que la excreción de suratos por la orina tiende a reducirse y puede favorecer la formación de cálculos en el riñón.
  • Aumentar el consumo de hidratos de carbono complejos frente a los sencillos y las grasas. Una dieta rica en cereales, féculas y verduras pobre en purinas estimula la excreción de uratos.
  • Beber dos litros y medio de líquidos al día: alimentos y bebidas (agua, infusiones, zumos, gelatina). Elegir alguna bicarbonatada para alcalinizar la orina, sobre todo si se toman fármacos uricosúricos (que tienden a aumentar la eliminación de ácido por úrico por la orina). Puede administrarse también bicarbonato o citrato.
  • Tomar alimentos que no contienen purinas:
    Leche y lácteos poco grasos.
    • Huevos: Hasta 5 semanales si no existe hipercolesterolemia.
    • Cereales, pastas alimenticias, patatas.
    • Frutas y verduras excepto las ricas en purinas.
    • Moderar el consumo de azúcar, miel, mermeladas, etc.

Recomendaciones durante una crisis aguda:

Recomendaciones para la etapa de remisión tras crisis aguda:
Llevar a cabo una alimentación variada y equilibrada, para asegurar que no se produzca ningún déficit, especialmente durante los primeros años de vida, de todos aquellos nutrientes que participan en la composición de huesos y dientes.
Si la persona tiene sobrepeso u obesidad, se debe programar una dieta más equilibrada y ajustada en calorías hasta lograr el peso adecuado.
Consumir gran variedad de alimentos de acuerdo con el plan dietético aconsejado, preferir los lácteos descremados para reducir la energía y el margen de grasa de la dieta, y evitar la ingesta de alcohol. Sólo aporta calorías vacías y aumenta la producción de ácido úrico y triglicéridos en sangre. (Aproximadamente un 75% de las personas con gota padecen hipertrigliceridemia).

Está permitido el consumo de café, té, cacao y chocolate. Estos alimentos contienen metilxantinasas, así como cafeína o teína, con semejanza química a las purinas, pero que no se transforman en ácido úrico.
Tomar suficiente cantidad de líquidos, para prevenir la litiasis, especialmente si existen antecedentes de cálculos o se utilizan medicamentos uricosúricos. Al alcalinizar la orina aumenta la solubilidad del ácido úrico (aguas bicarbonatadas).
Reducir la frecuencia de consumo o la ración de:

  • Carnes, aves, pescado blanco y derivados (80-100 gramos).
  • Legumbres, sobre todo lentejas, habas y guisantes secos. Contienen una cantidad moderada de purinas. No es necesario suprimirlas por completo, ya que su consumo es bajo.
  • La cantidad de aceite viene dada en función del margen de grasa de la dieta. Siempre que sea posible, emplear el aceite y la margarina vegetal como aliño en crudo, mejor tras el cocinado, para controlar la cantidad.
  • Preferir alimentos jugosos y poco grasos. Utilizar salsas y guarniciones bajas en grasa: a base de hortalizas, salsas con mínima cantidad de ingredientes grasos (evitar las ricas en nata, quesos grasos, aceites y mantequilla).

¿Cómo cocinar y condimentar?

Preferir las técnicas culinarias que menos grasa aportan a los alimentos: al agua -cocido o hervido, vapor, escalfado-, rehogado, plancha, horno y papillote.

Puede emplearse la fritura para tortillas, revuelto y croquetas, a la temperatura adecuada para absorber mínima cantidad de aceite.

Evitar en etapa de remisión tras un ataque agudo los fritos, rebozados, empanados, guisos y estofados.

 

 

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