¿Como mantener una alimentación sana?

¿Como mantener una alimentación sana?

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Existe una relación directa entre un estilo de vida saludable con la prevención de padecer enfermedades.
Foto: foodswings

La relación entre la salud y la alimentación es uno de los factores que deberá tener en cuenta para llevar a cabo un modo de vida equilibrado.

La alimentación es la ingestión de alimentos con la finalidad de obtener de ellos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita para conservar la salud. Forma parte de la nutrición. Es un proceso automático y a la vez un acto voluntario que está condicionado por diversos tipos de factores que determinan una buena o mala nutrición. La alimentación debe ser personalizada en cuanto a la edad, trabajo y zona donde se habita, entre otros determinantes.

¿Qué relación tiene la salud con la alimentación?

Hoy se sabe a ciencia cierta que determinadas alteraciones y enfermedades se relacionan con desequilibrios en la alimentación, ya sea por exceso -obesidad, problemas de tensión, colesterol elevado- o por defecto -falta de vitaminas y/o minerales-. Por lo tanto, alimentarse no sólo consiste en comer para vivir o para saciar el hambre, sino que es un fenómeno mucho más complejo en el que influyen numerosos factores; ambientales, el sexo, la edad, las preferencias, la religión, el grado de actividad -sedentaria, ligera, moderada-, el estado de ánimo y de salud.
Por todo ello, se considera que una alimentación es adecuada si realmente es capaz de cubrir las necesidades de cada organismo, con el fin de alcanzar o mantener un buen estado nutricional y de salud.

Empezar bien el día

Uno de los grandes errores en la alimentación es una primera comida del día que apenas se acerca al 10% del total de la jornada, cuando en condiciones normales debería incluir, como mínimo, entre el 20% y el 25% de la misma.

En primer lugar, un desayuno eficaz debe componerse de leche, cereales, pan normal o tostado, algún jugo y un poco de embutido. Bajo estas condiciones, estamos asegurando una adecuada alimentación para la primera parte del día, después del “vacío” que suponen las horas nocturnas. Este hábito, sobre todo para los más jóvenes, es fundamental.

En segundo lugar, hay que recalcar el hecho de que a lo largo del día, tanto las personas adultas como los más pequeños, ingieren muchas más calorías de las que necesitamos, razón por la cual las calorías sobrantes se van acumulando debajo de la piel o alrededor de los órganos, en forma de grasa. Ésta dificulta la normal actividad del cuerpo.

Guía de calorías para no comer de más

El sobrepeso y la obesidad son las primeras razones a la hora de buscar el origen de los problemas articulares como la artrosis, que afectan a varios millones de personas. Lo primero que debe hacer es evitar comer entre horas, así como consumir lo menos posible alimentos con muchas calorías.

Para ello le proporcionamos una pequeña escala de las calorías de los alimentos, clasificándolos de mayor a menor y considerando siempre 100 gramos de cada producto.

  • Aceites: 900 kilocalorías por cada 100 gramos, destacando que es mejor el aceite de oliva que el resto, ya que aumenta la HDL o colesterol “bueno” en la sangre.
  • Derivados lácteos en general: 600 kilocalorías, destacando las mantequillas, leches quesos, etc. Son más recomendadas las grasas de origen vegetal que las de origen animal.
  • Dulces: tienen cerca de 400-500 kilocalorías por cada 100 gramos.
  • Carnes: 350 kilocalorías, aunque las blancas aportan algo menos de energía que las rojas. En este punto hay que distinguir cómo se prepara el alimento, ya que las frituras aportan más calorías y menos nutrientes que las carnes a la plancha, al horno o cocidas.
  • Pan: por lo general 300 kilocalorías por 100 gramos, mucho más si se acompaña de salsas.

Los grandes olvidados

Otro de los errores dietéticos es la excesiva utilización de productos que apenas nos benefician. Las frutas, verduras, cereales y hortalizas son los grandes olvidados de nuestra alimentación en favor de la carne, pescado y huevos fritos. Aquellos alimentos son los que presentan mayores cantidades de vitaminas, minerales -hierro, magnesio, yodo, flúor, manganeso, calcio-, betacarotenos, clorofila, proteínas y grasas de origen vegetal, además de reportar las calorías que justas.

Con ellas, el cuerpo consigue no solo los elementos que necesita para su reparación y recambio, sino también sustancias antioxidantes, otras que eliminan los radicales libres y productos residuales o “basura” de las células, con los que han demostrado efectos preventivos en numerosas enfermedades y particularmente frente al cáncer de mama, útero, colon, estómago, pulmón y próstata.

Una alimentación diaria debe incluir:

70% frutas, cereales, verduras y hortalizas en general;
20%
de leche y derivados, huevos, carnes o pescados -preferentemente asados, al horno, a la plancha, cocidos, pero nunca fritos-
10% de pan, cereales, dulces, etc.

Practique estas normas básicas en su alimentación y será una persona distinta.

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