El aceite de coco combate la Cándida

El aceite de coco combate la Cándida

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El aceite de coco puede controlar el crecimiento de la Cándida albicans. Foto: leafly

Candida albicans es parte de la microbioma intestinal normal en los seres humanos y animales, pero cuando el hongo se sale de equilibrio en el cuerpo, puede causar infección. Aunque para tratarlo se utilizan medicamentos antimicóticos, un estudio reciente sugiere que el aceite de coco puede ser un tratamiento efectivo.

El estudio liderado por la Universidad de Tufts, en Massachusetts (Estados Unidos), revela que el aceite de coco controla efectivamente el crecimiento del hongo patógeno llamado «Cándida albicans» (C. Albicans) en ratones.
La investigación, publicada en noviembre del 2015 en ‘mSphere’, indica que podría ser posible utilizar una alternativa dietética a los fármacos antifúngicos con el fin de disminuir el riesgo de infecciones causadas por Candida albicans.

¿Qué sabemos de la Candida albicans?

Cuando se sufre una infección de Candida albicans, se dice que se padece de “micosis” o “candidiasis“ –la micosis más común-.

La mayoría de las personas conoce la candidiasis como boqueras, esas manchas blancas en la boca y los labios que pican horriblemente. Afectan sobre todo a los lactantes y a las personas cuyo sistema inmunitario está debilitado (personas bajo tratamiento con antibióticos, quimioterapia o con sida).
Pero en realidad, nuestras sociedades modernas están infectadas con Candida albicans en un porcentaje mucho mayor del de las personas que sufren boqueras.

Además, una gran parte de la población tiene micosis en los dedos de los pies y a menudo bajo las uñas: se trata en la mayoría de los casos de colonias de Candida albicans.
Las irritaciones debidas a Candida albicans se producen en todas las zonas húmedas del cuerpo, y en especial en las partes genitales. Son especialmente frecuentes en mujeres las micosis vaginales. Producen un flujo vaginal espeso, de color blanco amarillento, con aspecto de leche cuajada y que se adhiere a las paredes de la vagina y al cuello del útero. Si se encuentra en esa situación, sentirá picores y sensación de quemazón.

Al contrario de lo que sucede con muchas enfermedades, si usted está infectado, tendrá la impresión –salvo casos extremos– de poder continuar llevando una vida “normal” a pesar de la infección. Pero el problema es que este hongo produce no menos de 79 inmunosupresores.

Se trata de sustancias que neutralizan las defensas naturales, abriendo de par en par la puerta a  enfermedades más graves. Cuanta más Candida albicans tenga en el cuerpo, más vulnerable será a las infecciones.
La candidiasis puede de ese modo provocar: Síndrome del colon irritable, asma, gases, flatulencia, fibromialgia, fatiga crónica, etc. Su cuerpo tiene cada vez más dificultad para desembarazarse de los gérmenes oportunistas y de los patógenos, y en especial de las células cancerosas. Un célebre oncólogo de Roma considera que la micosis es uno de los principales agentes para producir cáncer.
Por ello, si piensa que puede estar infectado por C. Albicans, es muy urgente que inicie cuanto antes un tratamiento.

Revelaciones del Aceite de Coco

El equipo, dirigido por la microbióloga Carol Kumamoto y la científica de nutrición Alice H. Lichtenstein, investigó los efectos de tres grasas dietéticas diferentes sobre la C. Albicans en el intestino del ratón: el aceite de coco, el sebo de vacuno y el aceite de soja. Se seleccionó el aceite de coco en base a estudios anteriores que han encontrado que tiene propiedades antifúngicas.
El aceite de coco redujo la cantidad de Candida albicans en el intestino en más de un 90% en comparación con una dieta rica en las otras grasas. «El aceite de coco incluso reduce la colonización fúngica cuando los ratones fueron cambiados de sebo de vacuno a aceite de coco o cuando los roedores fueron alimentados con sebo de vacuno y aceite de coco al mismo tiempo», destaca Kumamoto.

Estos hallazgos sugieren que la adición de aceite de coco a la dieta de un paciente puede controlar el crecimiento de Candida albicans en el intestino, y posiblemente a reducir el riesgo de infecciones fúngicas causadas por este patógeno.
«La comida puede ser un poderoso aliado en la reducción del riesgo de enfermedad. Este estudio marca un primer paso en la comprensión de cómo las infecciones por hongos que amenazan la vida en individuos susceptibles pueden reducirse en el corto plazo mediante el uso de un tipo específico de grasa», añade Alice H. Lichtenstein.

«El uso potencial de aceite de coco en el corto plazo para controlar la tasa de crecimiento excesivo de hongos no se debe considerar un enfoque profiláctico para prevenir infecciones por hongos», matiza. En este sentido, el equipo quiere dar a los médicos una opción de tratamiento para limitar la necesidad de fármacos antifúngicos.

Ingesta recomendada:

Es fundamental que el aceite de coco sea virgen o extra virgen -sin refinar-. Lo máximo que debe consumir son 3 ó 4 cucharaditas al día. Puede cocinar con este aceite sin problema.

Datos de las principales investigadoras:
– Carol Kumamoto, profesora de Biología Molecular y Microbiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tufts. Miembro de del Programa de Microbiología Molecular y Géntica de la Escuela Sackler de Posgrado de Ciencias Biomédicas.
– Alice H. Lichtenstein, doctora en Ciencias, directora del Laboratorio de Nutrición Cardiovascular del Centro Jean Mayer USDA de Investigación Nutricional en el Envejecimiento en la Universidad de Tufts.

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