El Kéfir, previene el cáncer de colon

El Kéfir, previene el cáncer de colon

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Su consumo fortalece la flora intestinal y resulta un antibiótico natural previniendo enfermedades. Foto: Arthur Barys

Este alimento es semilíquido, denso y algo amargo, debido a la acción del ácido láctico. De hecho, buena parte de las acciones benéficas para el organismo humano se deben a la presencia de esta sustancia, fundamental en el metabolismo de las células.

El Kéfir es una leche fermentada originaria de las regiones del Caúcaso, de textura algo espesa y sabor más o menos ácido, que se prepara a partir de las bacterias Bacterium caucasicum y Streptococus lactis o Caucasicus, desencadenantes de la fermentación láctica.

Su nombre significa en turco «bendición». Este producto, conocido desde hace siglos en los países de la frontera entre Europa y Asia, se complementa con las levaduras Torula kefir y Saccharomyces kefir, cuya fermentación es de tipo alcohólico.
Como promedio, la acidez del kéfir es del 0,6% al 1% de ácido láctico -pH 4,2-4,5-, con ligerísimo contenido de alcohol -de 0,6% a 0,8%- y un 50% en volumen de gas carbónico.

Propiedades contra los bacilos

Durante años, sólo podía prepararse a partir de unos nódulos o granulaciones específicas, pero actualmente la industria láctea trabaja directamente con las bacterias y levaduras.

Como sucede con el yogur, el Kéfir favorece la pre digestión de la leche manteniendo su valor nutritivo. El resultado es la mejora de la resistencia a las enfermedades a partir de una flora intestinal beneficiosa. Es muy adecuado para prevenir la osteoporosis y resulta ideal para el tratamiento por Candida albicans. Por otra parte, es un producto muy nutritivo y un antibiótico natural para prevenir infecciones, además de demostrar una gran utilidad en el tratamiento de problemas del aparato digestivo.

Como sucede con otras leches fermentadas, se ha comprobado que su consumo reduce la presencia de elementos carcinógenos. El Kéfir, más difícil de preparar que el yogur, se encuentra en los mercados a disposición de los consumidores.

Sus aplicaciones en diferentes padecimientos

Podemos mencionar múltiples aplicaciones para: enfermedades de tipo nervioso, úlceras internas, catarros bronquiales, esclerosis, infarto cardíaco, problemas de vesícula, de hígado, riñones, ictericia, enfermedades del estómago e intestinos, diarreas, estreñimiento, intestino perezoso, anemia, leucemia, dermatitis y eczemas. Su uso continuado produce muy buenos efectos en convalecencia después de graves enfermedades. También da buenos resultados en alergias de la piel, embarazo y en las molestias femeninas del bajo vientre.

Aprenda cómo distribuir la toma

El Kéfir puede ayudar a la medicina por su efecto desintoxicante en muchas enfermedades. De todas formas, siempre consulte a su médico.

Previene putrefacciones intestinales y contribuye a la depuración del organismo. Se debe beber diariamente, no altera la digestión y es asimilado con rapidez por la sangre. Cuando se tienen afecciones crónicas, se debe tomar gran cantidad de Kéfir de agua, por la mañana, al mediodía y por la noche, ½ litro cada vez.

El Kéfir de 24 horas actúa como laxante y se debe tomar por la noche, con una duración de 2 a 4 semanas. En cambio, el de 48 horas, regula y restablece la función intestinal.

El Kéfir de agua tiene unas propiedades con efectos superiores al Kéfir de leche. Se puede tomar en mucha más cantidad -de 1 a 3 litros al día-. Sus gránulos son casi transparentes, sueltos y de un color acaramelado.

Dosis recomendadas para distintas dolencias:

Nervios: 1 litro diario
Úlceras: 1 litro diario -desaparecen después de 2 meses-
Catarro bronquial: 1 litro diario
Asma: 1 litro diario
Leucemia, Anemia: 1 litro diario o 2 litros diarios en casos graves. Comprobar si después de 3 meses la sangre es normal.
Esclerosis: 1 litro diario.
Alergias, Dermatitis, Eczemas: ½ litro diario + aplicación sobre la parte afectada dejándolo secar. Lavarse cara y manos. De 2 a 4 semanas desaparece la alergia más rebelde.
Cistitis: 1 litro diario
Problemas renales: 1 litro diario
Afecciones de la vesícula biliar: 1 litro diario -después de 2 a 6 meses los problemas de la bilis desaparecen-.

En resumen, el Kéfir puede ayudar a la Medicina por sus diferentes efectos:

Es desintoxicante en muchas enfermedades. Normaliza la presión arterial y el peso físico. Regula el tránsito intestinal y evita el estreñimiento. Como la función intestinal está en óptimas condiciones, la secreción de jugos gástricos también es correcta. Todo ello contribuye a aumentar el peritaltismo, es decir el movimiento de expulsión de las heces.

Fortalece las defensas frente a infecciones tanto víricas como bacterianas, estimula el sistema inmunitario, gracias a la acción de la sustancia llamada sphingomyelin.
También se puede usa el kéfir en el tratamiento de afecciones externas porque es un poderoso antiséptico que ayuda a curar heridas.

Se ha comprobado una buena respuesta en el cuidado de alergias y herpes. Como el yogur, contribuye a curar infecciones genitales femeninas como las candidiasis, que son una proliferación de hongos de cándida albicanis en un medio poco ácido.

El kéfir estimula todo nuestro cuerpo. Su efecto sobre el estómago abre el apetito. Su acción sobre la piel y los cabellos nos hace aparecer más radiantes y llenos de vida, más bellos y saludables.

10 datos que aún no conoce sobre el Kéfir

  1. Es normal que algunos gránulos de Kéfir floten. Esto es a causa del gas.
  2. La luz no afecta a la preparación del Kéfir, y por lo tanto, lo podemos guardar en un estante, armario o en un rincón de la cocina.
  3. Como los granos de Kéfir se reproducen con rapidez, es posible dar los que sobren a amigos, familiares o personas que necesiten recuperar su salud.
  4. Variando las proporciones conseguiremos variar el gusto de la bebida. Por ejemplo, doblándolas por litro.
  5. Con más o menos azúcar conseguiremos obtener una bebida más dulce o más amarga, más o menos alcohólica.
  6. Con el fruto seco añadiremos un sabor agregado y además reducirá la fermentación alcohólica.
  7. Cuando empecemos a preparar el Kéfir de agua, miremos que no toque ni el plástico ni el metal.
  8. Cuando lo colemos, lo realizaremos con colador de ropa de paño, plástico o papel, intentando evitar el de aluminio -aunque se puede utilizar cuando no disponemos de otro mejor-.
  9. Siempre intentaremos realizar la limpieza del Kéfir, con agua mineral.
  10. Siempre utilizaremos agua mineral o filtrada sin cloro, ya que por su poder desinfectante lo dañaría.

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