Esta dieta no consiste en limitar las calorías, sino en no mezclar algunos tipos de comidas. Surgió en Estados Unidos, donde no sólo era una cura de adelgazamiento sino un nuevo concepto de alimentación.
Se basa en un reducido número de principios que en vez de restringir la alimentación, la adecuan a ciertos horarios y combinaciones. El descubrimiento es que ciertas combinaciones de alimentos se digieren con más facilidad y eficacia que otras.
Baje hasta dos kilos por semana
Por la mañana no se puede comer nada más que fruta. Excluir en este período el pan, el café y los cereales. Para saciar el hambre se pueden consumir dos plátanos.
Hasta el mediodía sólo deben consumirse frutas y jugos. Después de comer la fruta debe esperar entre 20 y 30 minutos antes de ingerir otro alimento.
Si come carne, pescado o cualquier otro tipo de proteínas, no se deben mezclar con almidones -papas, arroz, fideos, legumbres-. En cambio se puede combinar con todos los vegetales que desee. Por la noche puede comer carne, pescado, arroz, verduras, pasta, patatas, sin ninguna restricción.
No existen limitaciones en cuanto a productos lácteos, y para aderezar los alimentos puede utilizarse un aceite vegetal.
Advertencia: Después de ingerir alimentos, hay que esperar cuatro horas antes de comer nuevamente, pero si ha combinado mal -carbohidratos con proteínas- debe esperar un mínimo de ocho.
No mezclar hidratos de carbono y proteínas
La antidieta forma parte de las llamadas dietas disociadas que se basan en la creencia de que los hidratos de carbono y las proteínas deben tomarse por separado, nunca en la misma comida porque su digestión requiere un medio ácido y un medio alcalino. La mezcla de los dos dificulta la asimilación de nutrientes.
Menú simplificado para seguir esta dieta
Le sugerimos varias opciones a tener en cuenta para cada momento.
Desayuno: Fruta fresca, macedonia de frutas o zumo recién exprimido.
Comida: Fuente de verduras, ensalada con queso fresco, emparedado de aguacate, sopa de lentejas, salvado de trigo con ensalada.
Cena: Pollo asado y setas, filete de pescado frito, pasta con verduras.
Bebidas: Agua mineral, zumo de fruta, jugo de hortalizas, infusión de hierbas, café de malta.
¿Cuál es su objetivo?
El elemento clave en juego es la energía, dado que la digestión es una de las funciones que producen mayor demanda energética. A su vez, esta es importantísima para la desintoxicación del cuerpo, ya que no puede eliminar los desechos tóxicos sin nuestra cooperación.
Lo que se busca a través de esta dieta es que la comida permanezca en el estómago, aproximadamente tres horas. De esta manera, se evita la fermentación, los gases, la acidez y la indigestión.
Se pretende que los alimentos pasen rápidamente por nuestros intestinos; y la manera más rápida y eficaz de asegurarlo es no consumir más de un tipo de alimento por vez:
Comer en forma simultánea dos alimentos concentrados -por ejemplo, carne y harinas- causaría que éstos se pudran y no puedan ser asimilados. En consecuencia: si desea comer bife, una porción de pescado o de pollo no hay problema, siempre que no lo acompañe de ningún otro alimento concentrado. Nada de papas, arroz, fideos, queso o pan.
Con las carnes puede comer solamente alimentos de alto contenido de agua, tales como verduras hervidas o ensaladas crudas. Si querés comer papas o pastas acompáñalas solamente con verduras y ensaladas.
Ventajas y desventajas
Es rica en vitaminas, minerales y fibra. Regula los niveles colesterol y disminuye el consumo de grasas animales.
Sin embargo, si no se sigue correctamente puede provocar hipoglucemia y, finalmente, se tiende a perder músculo debido al bajo consumo de proteínas.
La digestión se basa en el reloj biológico del cuerpo
La dieta tiene en cuenta tres fases: la fase de eliminación -la cual se da entra las 5 am. y la 1 pm.-, que consiste en la limpieza interna del organismo; la fase de apropiación -entre la 1 pm. y las 7 pm.-, que se refiere a la digestión; y la fase de asimilación – de 7 pm. a 5 am.- o etapa de construcción, reparación y distribución.
¿Qué alimentos no debemos combinar?
Ácido con almidón: Limón y papa; vinagre y arroz o naranja y pan.
Proteína y proteína: Lentejas y pollo, garbanzos y queso o leche y huevos.
Grasas con azúcares: Aceite y melón o almendras y miel.
Proteína y almidón: Huevo y papa, lentejas y arroz o pan y queso.
Almidón con almidón: Papas y arroz, arroz y avena o plátano y cereal de trigo.
Otras combinaciones “prohibidas”: Acompañar las proteínas con abundante ensalada. Mezclar vinagre con limón. Poner limón en la ensalada que lleve tomate. Endulzar los líquidos que se toman después de las comidas.
Educación alimentaria
La «incompatibilidad de caracteres» se da en la mesa más que en ninguna otra parte: lentas digestiones, pesadillas, flatulencias y otros disgustos son los platos que se tiran a la cabeza los alimentos que no pueden llevarse bien. Y usted es, en definitiva, quien paga los platos rotos a través de un malestar constante y un inminente exceso de peso. La Antidieta propone un estilo de vida natural a través del cual podemos sentirnos bien y alcanzar nuestro propio peso corporal: el secreto no está ni en la cantidad, ni en la calidad de los alimentos -al menos no en primer término- sino en la «combinación» de los mismos.
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