La deficiencia de calcio, un mal común

La deficiencia de calcio, un mal común

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Existen un gran numero de enfermedades que se originan por un déficit de calcio.

Si bien todos parecen saber que es necesario, muy pocas personas consumen las cantidades mínimas de calcio, de ahí que las enfermedades y problemas óseos sean tan comunes. Según las estadísticas, la mitad de los jóvenes de ambos sexos y casi el 40% de los mayores de 25 años, consumen menos del 50% de la dosis de este mineral aconsejada para su edad.

La deficiencia de calcio, y su persistencia a lo largo de la vida, alerta acerca de un problema nutricional generalizado. Constituye uno de los agentes responsables de la elevada incidencia de osteoporosis en la edad adulta, así como de la frecuencia de fracturas, afirma la doctora María Luz de Portela, profesora de la Cátedra de Nutrición de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires.

La ingesta de calcio recomendada para un adulto es de 1000 miligramos diarios. Sin embargo, de acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos de Argentina (INDEC) sobre la disponibilidad de alimentos que aportan calcio, en la Argentina es inferior al 75% de la cifra recomendada por habitante. Los estudios nutricionales mostraron que los argentinos observan un elevado consumo de proteínas, bajo consumo de lácteos, y bajo consumo de frutas, verduras y hortalizas. Todo esto redunda en una insuficiente ingesta de calcio y vitamina A. Sin embargo, en comparación con trabajos anteriores, en los últimos veinte años hubo un paulatino incremento de la ingesta de calcio, tendencia que se manifestó en un aumento de las ventas de lácteos en la década del ‘90.

El calcio, un mineral esencial

El calcio es un mineral esencial en la composición de los dientes y los huesos. Estos se componen de aproximadamente un 70% de este mineral combinado químicamente con otros, como el fósforo, que les brindan dureza. El calcio también es importante para la contracción muscular, la transmisión de los impulsos nerviosos y la coagulación de la sangre.

El 99% del calcio del organismo se encuentra formando parte de los huesos, que constituyen un depósito para preservar las funciones vitales. El calcio almacenado en los huesos puede ser movilizado -reabsorción ósea- para mantener los niveles en sangre y tejidos dentro de los límites fisiológicos.

Al principio, el esqueleto que se forma en el embrión de un niño es cartilaginoso; luego, el tejido óseo va incrementando su contenido de calcio. El proceso de endurecimiento del hueso, denominado osificación, se completa en torno a los 25 años de edad. El último hueso que se osifica es el esternón. Por esta razón es tan importante la ingesta de calcio en la niñez y la adolescencia.

Huesos quebradizos

Una de las enfermedades de alta incidencia en la Argentina, causada por una deficiencia de calcio, es la osteoporosis. Se caracteriza por una disminución de la masa ósea. Los huesos afectados son más porosos y se fracturan con más facilidad que el hueso normal. Son frecuentes las fracturas de muñeca -radio-, vértebras y cadera, aunque puede afectar cualquier hueso.

La osteoporosis afecta en especial a las mujeres después de la menopausia, pero también se da en los hombres. La ingesta adecuada de calcio desde la niñez ayuda a prevenir esta deficiencia.

Otra enfermedad producida por déficit de calcio es el raquitismo, que produce deformidad en el esqueleto. El raquitismo está causado por un descenso de la mineralización de los huesos y cartílagos debido a niveles bajos de calcio y fósforo en la sangre como consecuencia de una deficiencia de vitamina D.

Se considera que para alcanzar los niveles óptimos de calcio es necesario aumentar el consumo de productos tales como salmón, sardinas, y vegetales que sean ricos en calcio, como la espinaca, col, soja, brócoli y  arvejas. Los alimentos con mucha fibra tienen muy poco efecto en la absorción de calcio. Además, el consumo excesivo de cafeína, sal y proteínas de origen animal aumenta la eliminación de calcio en la orina.

Los especialistas aconsejan realizar actividad física. En este sentido, parece que una caminata de media hora o 45 minutos, tres veces por semana, puede ser de gran ayuda.

¿Cuánto calcio es necesario ingerir para preservar la salud de los huesos y dientes?

Ya que nuestro organismo no puede fabricar calcio, debemos obtenerlo de fuentes externas:

Con respecto a los lactantes: si son amamantados, los especialistas aconsejan de 210 a 270 miligramos diarios durante el primer año. Si se alimentan con leche artificial, el requerimiento es mayor: de 400 a 600 miligramos diarios.

Para los niños de 1 a 3 años: 500; de 4 a 5 años: 800 miligramos diarios.

Para los mayores de 5 años: 1200 miligramos diarios.

• Para hombres y mujeres mayores de 19 años, el requerimiento diario de calcio es de 1000 miligramos. En el caso de los jóvenes de entre 9 a 18 años, embarazadas y mujeres en período de lactancia, aconsejan 1300 miligramos diarios.

Para cumplir con estos requerimientos es importante llevar una alimentación completa y balanceada, que incluya alimentos ricos en calcio. Aunque es aconsejable cubrir las necesidades de calcio del organismo con un consumo adecuado de alimentos desde la infancia, cuando esto no es posible o existe un problema de déficit de calcio específico, se deben administrar suplementos naturales de alta biodisponibilidad, siempre con supervisión médica.

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