La distención abdominal muchas veces está más relacionada con el sistema nervioso que digestivo, por lo que es importante observar qué nos está molestando.
Desde algún tiempo es sabe que el sistema digestivo está compuesto por neuronas también, por lo que ha sido llamado como el “segundo cerebro”. Lo anterior, repercute en que existe una conexión directa entre el aparato digestivo y la estabilidad emocional, lo que podemos comprobar todos desde las propias experiencias y el sentido común. Esto además, ha sido comprobado por diversos estudios científicos.
Sistema Digestivo. Una caja de resonancia
Casi todo lo que es procesado por el sistema nervioso centra tiene una repercusión en la digestión. Lo que se traduce en dolores, malestares, hinchazón, pesadez estomacal. No existe una causalidad específica, pero si evidentemente hay una conexión.
Cuando esto sucede sin haber un correlato biológico asociado como puede ser en el caso de las úlceras, tumores, infecciones, cálculos, etcétera. Los médicos llaman a esta situación “trastornos funcionales”. Algo molesta pero no se sabe qué.
Siempre lo mismo
El problema es que los malestares no suceden una vez u ocasionalmente, sino que termina siendo un problema que se repite constantemente. La persona puede sentir la “panza hinchada”, estar molesta por gases, sentir que no puede evacuar, o que tiene “un nudo en el estómago”
Hay gente que lamentablemente “aprende a vivir con esto”. Al respecto, el doctor Juan Andrés De Paula, ex presidente de la Sociedad Argentina de Gastroenterología (SAGE) y jefe del servicio en el Hospital Italiano de Buenos Aires, comentó que el diagnóstico en estos casos, es dado como un desequilibrio transitorio en la enorme complejidad que es el aparato digestivo. El malestar se puede deber a desequilibrio en la flora intestinal, para lo que es recomendado el uso de probioticos.
¿Qué responsabilidad tenemos nosotros?
Al ser conscientes de que los problemas digestivos que estamos teniendo son emocionales, no cae encima la responsabilidad de parar un segundo y observar qué es lo que nos está molestando o poniendo nerviosos o ansiosos, etcétera. Lo primero en realidad es tratar de identificar el estado que tenemos si es nervios, miedo, ansiedad y qué lo está produciendo. Generalmente, sucede que está pasando en la realidad algo que no va con nuestros planes y que nos cuesta aceptar o está ocurriendo una situación que no puedes controlar y la incertidumbre no la sabemos abordar.
Es importante saber que nuestro cuerpo también habla. Aquello que no podemos ver en la conciencia muchas veces es manifestado por el cuerpo. No para hacernos mal o “jodernos” si no que es información de nosotros mismos, preciada información de autoconocimiento. La pregunta es ¿nosotros escuchamos? ¿Qué hacemos con esas señales?
Tratamientos recomendados
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• Psicoterapia: también es recomendable psicoterapia centrada en el aprendizaje de estrategias para enfrentar el estrés, aprender a relajarse y autoconocimiento.
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