¿Adiós edulcorantes artificiales? 7 efectos que puedes padecer

¿Adiós edulcorantes artificiales? 7 efectos que puedes padecer

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Foto: pixabay

El edulcorante puede convertirse en un sustituto del azúcar con funciones contrarias a las que en principio fue pensado. Si su plan es bajar de peso, en algunos casos es mejor buscar otras opciones.

Conoce las siete cosas que podrían suceder si deja abruptamente los edulcorantes artificiales…

1. Puede tener una dieta desequilibrada

“Muchas veces sucede el siguiente escenario: para sentirse llenas durante todo el día pero mantener bajas las calorías, muchas personas pueden llegar a tomar cinco o seis gaseosas dietéticas y comer su única comida recién durante la cena”, explica Caroline Cederquist, experta en metabolismo y pérdida de peso.
Incluso si esa cantidad comida no es mucha (por lo que su ingesta calórica diaria total no es alta), descubren que aún siguen sin poder perder peso. El problema puede encontrarse en todos esos sustitutos del azúcar. «Los edulcorantes artificiales que se consumen solos, sin comida, pueden desencadenar la liberación de insulina, porque el cuerpo espera algo dulce», explica Cederquist. «La insulina es una hormona que ayuda a almacenar grasa».

¿Cómo evitarlo? Consuma comidas regulares para evitar un aumento en la insulina y podría comenzar a ver como disminuye el exceso de libras. Estos “alimentos liberadores de grasa” pueden ayudar.

2. Puede aumentar de peso

Existe el riesgo de caer en el problema contrario. Si reemplaza un refresco dietético o un café con leche sin azúcar por una bebida que contiene azúcar, va a agregar calorías vacías que podrían conducir al aumento de peso.

Una forma de evitar esta trampa. Reemplace esas bebidas dietéticas con agua o té de hierbas sin azúcar y asegúrese de consumir comidas que contengan proteínas magras, fibra y grasas saludables para mantenerlo satisfecho.

3. Sus antojos de dulces podrían desaparecer

En estudios en animales, los alimentos endulzados artificialmente prepararon al cerebro para buscar más azúcar y calorías, según una investigación reciente de la Universidad de Sydney. Estos hallazgos refuerzan aún más la idea de que las variedades “sin azúcar” de alimentos y bebidas procesados ​​pueden no ser tan inertes como esperábamos. En otras palabras, cuando el cerebro anticipa o espera caramelos y luego no obtiene las calorías que esperaba, puede desencadenar antojos de dulces para cumplir esa promesa. En cambio, sin edulcorantes artificiales, no hay promesa sin cumplir.

4. Podría disminuir su riesgo de diabetes

Los edulcorantes artificiales pueden contribuir a la diabetes tipo 2. Un estudio de 2009 en la revista Diabetes Care reveló que beber un refresco de dieta diario con edulcorante aumenta las probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2 en un 67 por ciento. Los investigadores descubrieron que las bebidas edulcoradas artificialmente se asociaron con mayores niveles de glucosa en ayunas y una mayor circunferencia de la cintura, dos factores de riesgo para la enfermedad. Esto puede deberse a que los edulcorantes sin calorías aumentan su deseo de alimentos dulces y/o le dan permiso para comer más porque estás «ahorrando calorías» en otro lugar. No se pierda los signos silenciosos de la diabetes.

5. Hay posibilidad de que aparezcan dolores de cabeza

¿Qué sucede cuando uno está acostumbrado a ingerir azúcares artificiales y luego se detiene? Podría sufrir dolores de cabeza por abstinencia de la repentina falta de cafeína. Sin embargo, quédese tranquilo. «Esto desaparece con el tiempo y se puede minimizar reduciendo lentamente la cafeína», expone el Dr. Cederquist.

6. Su intestino se volverá más saludable

La acumulación de bacterias intestinales saludables puede afectar el riesgo de obesidad. De acuerdo con un estudio en animales en 2013, dejar los azúcares falsos puede ayudar a cultivar una comunidad intestinal más robusta y minimizar las probabilidades de tener sobrepeso. En el estudio, publicado en el Journal of Toxicology and Environmental Health, los investigadores analizaron la sucralosa (común sustituto del azúcar). Anteriormente, se suponía que estos azúcares pasaban por el sistema GI sin cambios, por lo que no causaban ningún daño. Sin embargo, los investigadores descubrieron que algunos se metabolizan, lo que podría alterar la composición de las bacterias intestinales. Está claro que un intestino sano es importante para su sistema inmunológico, su metabolismo y bienestar general, y que los azúcares artificiales pueden deshacerse de ese delicado equilibrio de bacterias.

7. Si está amamantando, su leche será diferente

Lo que usted come, equivale a lo que come su bebé. Su dieta modifica el sabor de la leche materna y puede influir luego en las preferencias alimentarias del bebé, según investigaciones. Un estudio encontró la presencia de sucralosa y sacarina en la leche materna del 65 por ciento de las mujeres del estudio que se encontraban en período de lactancia.

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